El Día de Muertos es mucho más que una festividad; es una tradición que encapsula el alma de México y su singular forma de honrar la vida y la muerte. Reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, este día es una celebración vibrante de la memoria, la familia y la espiritualidad.
Raíces profundas y significado cultural
Con raíces en las culturas prehispánicas, el Día de Muertos combina creencias indígenas y católicas, creando una festividad única que celebra la continuidad de la vida después de la muerte. Para los mexicanos, este día no es de tristeza, sino de alegría y conexión con los seres queridos que han partido.
El arte de los altares
Los altares son el corazón de la celebración. Decorados con flores de cempasúchil, velas, fotografías, comida y objetos personales, cada altar cuenta una historia única y refleja el amor hacia quienes ya no están.
Tradiciones en todo el país
Aunque se celebra en todo México, algunos lugares destacan por sus rituales y celebraciones especiales. Pátzcuaro y Janitzio, en Michoacán, son famosos por sus procesiones iluminadas en el lago. En Oaxaca, las comparsas llenan las calles de música y color.
El desfile en CDMX
En la Ciudad de México, el Desfile de Día de Muertos combina elementos tradicionales con espectáculos modernos, atrayendo a miles de espectadores de todo el mundo. Es una muestra impresionante de cómo esta festividad evoluciona sin perder su esencia.
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